domingo, 6 de noviembre de 2011

Educación, salud y mercados

Descanso dominical, un tema de Mecano que además dio nombre al LP, parece lo más adecuado para una otoñal tarde de domingo, lluviosa como la mañana y la noche anteriores. Adecuada para volver la vista atrás y escuchar nuevamente "barco a Venus" un alegato y un grito de lucha para vencer a lo invencible. Una cierta melancolía porque la primera versión encontrada en youtube es nada más y nada menos de 1983. Mucho ha llovido desde entonces. También estábamos sumidos en una crisis económica y con unas cifras de desempleo elevadas. También entonces hubo un cambio ilusionante en el país. Quizás también no sea la expresión más acertada, porque ahora es probable que se produzca un cambio, pero ilusión, lo que se dice ilusión no se observa por ninguna parte. Resignación quizás. 

Vivimos nuevamente en una etapa de inseguridad generalizada. Quizás lo que la historia valore de esta etapa, que no dejará de ser una anécdota en el gran libro de la Historia, es que nadie supo trasladar ilusión a las personas. Unos y otros parece que se empeñan en transmitir desesperanza, en decirnos "la verdad", en convencernos de que "no hay alternativa", en tratarnos como menores de edad. Sorprende que cuando alguien plantea una consulta a los ciudadanos, sea acusado casi de ser responsable de todos los males acaecidos y por acaecer. Con independencia de cuales hubieran sido sus motivaciones, a mí me quedará en la mente una frase "la democracia tiene que estar por encima de los mercados".

Hemos visto y comprobado que no es así, hemos visto que en aras al dictado de "los mercados" se incumplen programas electorales, se modifican constituciones, se recortan derechos y beneficios sociales que ha costado siglos conseguir y finalmente se obliga a dar marcha atrás al ingenuo que se atrevió a plantear que el pueblo quizás también tiene derecho a opinar sobre su destino y su futuro. Insisto que aunque su planteamiento tuviera otras intencionalidades y quizás alguna no demasiado noble, la base de la cuestión me parece válida. ¿Por qué este despotismo ilustrado globalizante?. He leído a doctos y doctas tertulianos y a  expertos opinar que este tipo de temas son demasiado complejos para que la gente los entienda y pueda decidir. También somos inexpertos para decidir cuándo entramos en una guerra (a veces injusta y cruel). También somos inexpertos para decidir si entramos o salimos del Euro.....etc...  Entonces no queda más que rendirnos a "los mercados", que como todos sabemos son infalibles.  Además entonando un mea culpa por haber incumplido sus normas....  por haberle hecho creer a los enfermos de cáncer que su enfermedad se podría combatir desde la medicina pública, por convencer a las personas de que la Educación es importante y que es básica para garantizar un futuro mejor y que a ella se puede acceder con independencia de la cuna donde se ha nacido, por haber planificado -pobres ilusos- un sistema de atención a las personas que no pueden valerse por sí mismas y que necesitan la ayuda de terceros  y además decirles que el Estado también estará ahí. Por haber creado centros donde los enfermos terminales tengan una atención digna, con independencia de que se lo puedan pagar, porque mediante la solidaridad de todos podrá tener esa atención.

Parece que no importa nada de eso. Parece que no importa lo que se puede perder. Nos dirán que es demagogia. Que lo importante es el déficit y ...."los mercados·".

Vuelvo a los años 80. Hace 30 años, un enfermo diagnosticado de cáncer, después de una intervención quirúrgica fue deshauciado. Los médicos dijeron que no podían hacer más. Era cierto. Las últimas semanas de su vida las pasó en casa, con su familia, pero sin atención sanitaria ni cuidados paliativos. Nos sentimos abandonados porque ni sabíamos qué teníamos que hacer ni obteníamos respuestas del sistema público de la época.  Tampoco teníamos dinero para buscar alternativas de pago, ni de copago. 

Mi padre no tuvo acceso a la educación. Aprendió las "cuatro reglas" en la "mili" y dedicó su vida íntegramente a trabajar, primero en el campo y cuando el campo no daba para mantener a la familia, emigrando como otros tantos, para seguir trabajando en Catalunya  y para Catalunya, como tantos otros andaluces. Trabajar, trabajar, trabajar...y en verano, ....trabajar. Vacaciones....a lo sumo volver unos días al pueblo para la fiestas de agosto. 

Ni derecho a la Educación, ni derecho a la salud, ni derecho a una muerte digna. Esto es lo que teníamos a principio de los 80. No es demagogia. Es experiencia de vida.

¿ Es a aquella época a donde nos quieren devolver los "mercaderes" ?

 

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