viernes, 3 de diciembre de 2010

Castell quiere salvar el Titanic

"Los muertos que vos matais gozan de buena salud"
Pues mire usted, o miri vostè sr. Castell. Ha tingut moltes oportunitats per salvar el Titanic, aquest vaixell que ara, només ara, li preocupa. Una de molt bona ara fa uns anys, quan va col.laborar a enfilar el vaixell cap els icebergs de la Constitució. També desprès, quan va negociar en primera fila un acord fiscal/econòmic etern.

Com és possible arribar al "millor acord acord de finançament" de la història de Catalunya i pocs messos desprès renegar de l'acord, fins al punt de desaparèixer del mapa polític.

Com és possible desaparèixer d'una campanya dura i difícil, amb un resultat incert o, millor dir, previssible en base a les enquestes, deixant al capità i a la tripulació abandonada a la seva sort.

Com és possible que vostè sorti 4 dies desprès postulant-se com el gran salvador del socialisme català. Qui abandona el vaixell en plena tempesta no està legitimat per convertir-se en timonel.

Molts mariners hem estat intentant mantenir el vaixell, amb la mateixa informació que tenia vostè, però "remando contra el viento" en medio de la tormenta perfecta. A usted no le he visto, ni siquiera con un instrumento musical, en la cubierta del barco. No ha protegido al capitán, no se ha preocupado de la tripulación. No se ha preocupado de los pasajeros.

Ustedes parecen no entender que su discurso ya es viejo, caduco, insostenible. No parecen entender que no aportan ni suman. Es curioso que alegue desapego al "poder", excusatio non petita....

Ha hablado con mucha gente. Ha citado a 4 militantes. Porque en este momento, seguro que es bueno darle la palabra a los militantes, pero no solamente a 4. Reconózcalo, su tiempo y quizás el mio ha finalizado. Su generación y quizás la mia, ha cumplido su papel. Ahora toca el relevo generacional, el mío probablemente, aunque no he abandonado el barco en ningún momento, ni siquiera en medio del sutnami. Por cierto, sin nada a cambio, pero como la inmensa mayoría de militantes. No me quejo. Pero no se confunda sr. Castell, su tiempo político ha finalizado. Con agradecimiento a los servicios prestados, por supuesto. Y a los que pueda prestar en el futuro, dentro o fuera del PSC. Y con usted los que llevan 30 años condicionando el rumbo, desde la minoría y con la falta de respeto a la mayoría que nunca han aceptado.

jueves, 2 de diciembre de 2010

El grupo propio en Madrid

Abierto el debate, nuevamente volvemos a las soluciones milagrosas y pseudo políticas. La solución a todos los problemas parece encontrarse en marcar diferencias con el PSOE empezando con el cansino argumento del grupo propio en el Congreso que una y otra vez nos presentan los mismos. Cansino y además discutible argumento viendo los resultados de otras formaciones políticas con grupo propio en Madrid, lease ERC. De bien poco le ha servido.

Me pregunto desde hace tiempo que plus de votos aportan aquellos que defienden estas hipótesis tan curiosas, porque realmente donde el PSC se estrella desde hace 30 años es en los comicios autonómicos. Seamos serios. Nunca se ha ganado en votos y escaños, ni siquiera cuando se apostó por una candidatura diseñada a imagen y semejanza del líder, con un cierto desprecio del PSC y acompañados de un grupo que se supone que eran Ciudadanos que representaban mucho mejor a los catalanes.

Seamos serios y que no sigan confundiendo a los ciudadanos. El PSC es catalanista y de izquierdas. Lo será con grupo propio en Madrid y sin grupo, porque defiende y defenderá siempre los intereses legítimos de las personas que viven y trabajan en Catalunya.

Seamos serios y que si algunos necesitan cargarse de razones para abandonar el barco, que no pierdan tiempo en justificaciones. Estar es voluntario. Y en tiempo de bonanza es fácil estar. En tiempo de turbulencias lo fácil es buscar excusas para marchar dando un portazo. alguno ni siquiera ha estado en la campaña, otros empiezan a hacer las maletas buscando abrigo en otros puertos. Todo puede ser legitimo y razonable, pero seamos serios y que no nos mareen.