viernes, 12 de marzo de 2010

De nevadas y otros acuerdos

De la imprevisibilidad de las inclemencias climatológicas por mucho que técnicamente hayamos avanzado, me temo que sabía más mi abuelo qepd. Era un hombre sabio, sin estudios, pero mucho más preparado que algunos de los licenciados que hoy conozco. Él sabía cuando iba a llover con la suficiente antelación y solía acertar, aunque no siempre. Pero por si acaso, se preparaba para el caso que finalmente su previsión se cumpliera. Y es curioso, porque en su época y en su casa, la mia de la infancia, no tenía acceso a internet y tampoco televisión -nunca llegó a tener televisión- y ni tan solo un transistor a pilas, cuando llovía, diluviaba o nevaba -muy raramente esto último, más o menos cada 25 años- pues simplemente aguantaba el chaparrón entendiendo que con el tiempo poca cosa más se podía hacer. Ah, como mucho endosarle la responsabilidad a San Pedro.

Ahora afortunadamente tenemos TV, más de una en cada domicilio tengo entendido. También radio, por supuesto tenemos teléfonos móviles -algunos con radio y acceso a internet-. Y lo mejor de todo un sistema de predicción de las inclemencias climatológicas que nos informa cada 15 minutos en algunos canales de TV de lo que va a pasar. Bueno, a veces no acierta. Hace unas semanas se alertó a la población de Galicia de una situación parecida a la de la película 2012, alerta roja o negra, claro que sin tiempo para preparar ARCAS, qué le vamos a hacer. Bueno, afortunadamente para los gallegos, los malos augurios no se cumplieron. Felicidades a los gallegos. A los pronosticadores también felicidades, porque si hubieran acertado probablemente se hubieran salvado algunos daños irreparables.

Cataluña. 2012. ¿ Hubo pronóstico ?. Parece que como con los pimientos de Padron, unos dicen que si y otros que no. Yo debo confesar que no me enteré del pronóstico. Aunque me suelo despertar con la radio de la mesita de noche, me tomo el café con leche en la cocina y sintonizo TV3, donde un señor que a las 8.00 h. nos da siempre los buenos dias a los catalanes no me informó de la que me iba a caer por la tarde (eso sí, al dia siguiente ese mismo señor tronaba por la falta de previsión de los máximos responsables de todas las desgracias actuales en Catalunya. Pero él no me había informado el dia 8 por la mañana, como era su obligación de informador. Ni me sugirió/ordenó que me quedara en casa, o al menos que no cogiera el coche. Es curioso, porque suele ser una persona muy bien informada, sobre todo de los desastres provocados según él por los actuales responsables de todo lo malo, cual Lisbeth Salander de las antenas catalanas.

Por tanto, yo tengo un nuevo responsable de la falta de información y previsión. Este señor. Pero como pretendo ser justo, debo hacer extensiva la responsabilidad a toda la cohorte de comentaristas, polemistas, informadores, televisiones, radios, incluida la de mi ciudad, que me informaba de la cantidad de nieve en diferentes puntos y ciudades de Catalunya, pero que me quedé con las ganas de que me informara de lo que estaba ocurriendo en mi barrio y alrededores.

Francamente, lo grave es nuestra propia inconsciéncia, pretendemos cada vez más que los demás nos informen, nos avisen, nos solucionen, nos cuiden, nos protejan. Un amigo que trabaja cerca de Manresa, donde suele nevar y no cada 25 años, no tiene por costumbre llevar cadenas en el coche. Yo tampoco. Pero claro, porque pienso que para una vez cada 25 años para qué voy a hacer el gasto. Como yo, debe haber más gente en Catalunya. Pero la inmensa mayoría, aun viendo caer la nieve y sabiendo que contribuyen al caos si su vehículo provoca un incidente utilizó su coche. Pero el ciudadano, individualmente, en la sociedad actual no es nunca responsable de nada.

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